Debido a lo excepcional de la proyección, he preferido analizar cada película por separado: cada una es diferente y sería injusto hablar en términos generales.
Desmembrados
Un grupo de ejecutivos de una empresa armamentística se dispone a pasar unas vacaciones agradables de team building: cabaña de lujo en medio del bosque húngaro. El colgado, la feminista, el rebelde, la guapa, el líder poco carismático, el tonto servicial, el negro..., todos los tópicos están representados. Lo que no saben es que el atajo los llevará a una casa con misterio y a una muerte segura.
Partiendo de ahí, vísceras, sangre y sustos a medida que van desentrañando los trapos sucios del lugar y de su compañía. Como toda película gore, deben caer uno a uno y su muerte debe ser fatal, o relacionada con alguna conversación (la muerte del rebelde del grupo dice mucho del carácter de la humanidad); algún susto mal infundado, persecuciones, incertidumbre... Desmembrados no revoluciona el género ni tampoco lo pretende, sólo hacer pasar un buen rato, y lo consigue, cumpliendo todo lo que se espera de ella.
Varios críticos alegan que el ritmo es irregular, con un buen arranque. Hay que reconocer que en ciertos momentos se puede hacer monótono, pero no te permite despegarte de la butaca ni un momento. No se recrea en las torturas ni en los momentos sangrientos, intenta proporcionar el tiempo justo a cada escena.
¿Una de las mayores pegas? Que es más una comedia que película de terror al uso: crea tensión, relajada con alguna carcajada.
Puntuación: *******
Ovejas asesinas
Los maravillosos campos y colinas neozelandesas con dulces ovejas y un joven con fobia a ellas. Con tan mala suerte que todos esos miedos irracionales se cumplen por culpa de su hermano, obsesionado en encontrar la oveja perfecta y que no duda en manipularlas genéticamente. Unos activistas por error liberan a un ¿feto?, experimento fallido, con tan mala suerte que es asesino, contagia a otras ovejas, y todo esto sucede cuando nuestro héroe ovinofóbico pasaba por allí por tema de tierras.
Más o menos se puede sintetizar la sinopsis de una película a simple vista descabellada: una oveja no da miedo. Pero cuando la ves en plan El resplandor (que hay muchas alusiones a Kubrick, por cierto), con la cabeza fuera por un agujero de puerta y balando con fuerza, con el hocico ensangrentado, te das cuenta de que no son tan inocentes. O una estampida de un megarebaño, deseoso de vísceras de futuros compradores de la oveja perfecta.
La cinta tiene un claro mensaje ecologista, a pesar que se disfrace de gore, y deja claro que la naturaleza se puede volver contra nosotros de forma asesina o de forma mutante: los humanos mordidos por ovejas infectadas se convierten en ovejas gigantes, recordando demasiado al Macho Cabrío.
Ovejas asesinas es irregular en ritmo, no perfila bien a los personajes secundarios y a veces los acontecimientos suceden porque sí, sin razón aparente. También tiene sus partes buenas: un montaje claro (que no la dirección, recurriendo en los planos-contraplanos demasiado cerrados), humos irrerevente y muy buenos efectos especiales.
Puntuación: ******
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