domingo, 23 de septiembre de 2007

Odio a la gente porque... (II)

... Dan dinero a sus hijos gandules para que se compren una moto y vayan llenando el depósito de gasolina, gastado en ir a 100 km/h por una calle de barrio a la que hay que ir a 50. Los datos me cuadran: cuanto más vago, mal estudiante, estúpido y bacala sea un chico, más pronto sus padres le regalarán una moto de esas que hacen un ruido infernal. Su entretenimiento consiste en: calle para arriba y abajo, acelerando y frenando bruscamente; hacer zig-zag en las calles, entre los coches; joder a la gente, sobre todo por la noche. Y todo esto con el caso puesto en la frente (sic). Cuando se maten, no lo voy a sentir.

... No procuran que sus niños malcriados no molesten al resto de la gente en espacios cerrados como restaurantes o tiendas. Si te toca el típico crío tocapelotas que le da una rabieta, no cuentes que sus padres se dignen en sacarlo afuera, a la calle; el papá estará en la máquina tragaperras y la mamá, pendiente en no perder la vez de la charcutería; mientras tanto, el pellejo estará gritando, tirado en el suelo dando patadas, maldita sea con la buena acústica del local. Y ya ni hablamos de los niños que se ponen a correr entre mesa y mesa del salón de comidas... Y después me dicen que por qué no me gustan los niños.


(SasuChan no se responsabiliza de las opiniones vertidas en este blog, debido a un día especialmente antisocial.)

No hay comentarios: