Bienvenidos al documental sobre la banda más ruidosa del Reino Unido: el rockumental del diabólico grupo Spinal Tap.
Vale, ni es un documental, ni Spinal Tap ha existido, así que quedáos tranquilos. Estamos ante un fake que se ríe sin disimulo de aquellas bandas de rock ochenteras, con sus melenas y mallas apretadas. Un documentalista decide rodar la gira estadounidense de un grupo con historia, y presencia conciertos, censuras, peleas..., humanizando a esos divos metaleros. Como todo buen documental, no pueden faltar las entrevistas e imágenes de archivo de tiempos anteriores, cuando los fundadores de la banda eran beat o hippies.
El propósito de la película es, sin duda, el de ridiculizar a todos aquellos cantantes rockeros, y hacernos pasar un buen rato. Los protagonistas tienen el ego demasiado subido, analfabetos de la música todos ellos, demasiado preocupados en su imagen como para darse cuenta que están en decadencia. Letras estúpidas, puesta en escena irrisoria y declaraciones eternas ("Éstos llegan hasta el 11", sobre unos amplificadores): esas son sus armas.
El formato de fake no es, en ningún momento, un ejercicio de estilo. No se intenta poner en evidencia los mecanismos de la verdad, como en el caso de Operación luna. Cada momento es más hilarante que el anterior, e intenta emular a los documentales en las formas, pero no en el contenido. Es en ese punto donde se manifiesta como gamberrada.
La película tuvo una gran aceptación del público, tanto que Spinal Tap cobró vida y editó discos. Su web está en proyecto, así que sólo está activa la de su club de fans.
En definitiva, película con virtudes de guión y casi obligada de ver como curiosidad, todo un especímen creador del rockumental XD
Puntuación: *******
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