Es muy difícil hablar de una película tan nombrada por todos. Todo el mundo ha dicho lo que los ha parecido, los críticos la han considerado mejor o peor, sabemos las aventuras y desventuras de "Grindhouse". Casi todo se ha dicho ya. Lo único que prometo es ser lo más personal posible y centrarme en el film y no en el proyecto conjunto con Robert Rodríguez: tanto el montaje como la proyección en Europa y Asia difieren con la versión original para países anglosajones.
Mike el Doble es el terror de la carretera: con su coche al modelo de los especialistas de cine, a prueba de muerte, se dedica a matar jovencitas simulando un accidente de tráfico. Primero las fotografía en secreto, como si fuera un obseso, y después las persigue en una mortal carrera automovilística; una historia sin mayores complicaciones. En la primera historia vemos su modis operandi, en la segunda, su fatal desenlace a manos de también especialistas de cine. Entre medias, homenajes técnicos de fotogramas rayados, montaje torpe y abrupto, desaparición del color... Citas en diálogos de películas de serie Z... Escenas copiadas de otras cintas... Vamos, lo habitual del pastiche.
Pero abandonando esto, Tarantino afianza una pulcritud de rodaje por muy pocos conseguida. Las persecuciones son claras y explícitas. Planos estáticos bien puestos y mejor montados (siempre y cuando su homenaje lo permite). Destello de lucided a la hora de rodar la conversación del segundo grupo de chicas alrededor de la mesa, a lo "Reservoir dogs". Las muertes tienen un sadismo digno del voyeur que desea ver todos los detalles de cada personaje.
¿Qué se hecha en falta? Algo muy Tarantino: una conversación tan brillante que no tengamos más remedio que memorizarlo para alardear de nuestra frikez.
Puntuación: *******
2 comentarios:
Que sepa usted que me ha gustado mucho la critica.
El deseo te ciega. XD
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